Fiesta de la biblioteca

El martes celebramos una de las muchas fiestas que acontecen al finalizar curso. La de la biblioteca, que es la que contamos, tiene un encanto especial. Presentamos nuestra exposición: La vida desde unas rimas, un trabajo que hemos ido desarrollando de recopilación sobre tradición oral local y tradición oral universal.

Además, presentamos un trabajo de documentación relacionado con el desarrollo del lenguaje y la importancia de la oralidad y la literatura de tradición oral.

La exposición es el fruto de un trabajo y es el recurso para poder seguir trabajando la oralidad y la tradición oral. Es también, un homenaje a nuestros antepasados y a la belleza que se transmite con los textos que recogen el espíritu de la tradición oral.

Desde el punto de vista didáctico, los cuentos, las retahílas, las canciones, juegos, dichos y «diretes»son una oportunidad para aprender a hablar, aprender a referirnos, a contar , a clasificar y ordenar el mundo; es también una oportunidad para aprender a disfrutar de la musicalidad, del lenguaje y de la poesía. No existe un material tan rico para escuela y a la vez, tan poco valorado y utilizado. Es importante que estos recursos lleguen al aula,  a los niños y a las familias, que los docentes sepamos de su importancia y de su uso y que podamos constatar la grandeza de la cultura oral.

Por mi parte, el recorrido por este periplo literario me ha emocionado sobremanera, entre otras cosas, porque recordando los cuentos, me ha venido a la mente mi tía Vicenta, una mujer buena y casi analfabeta que contaba cuentos como nadie y con la que me dormía pensando en Garbancito. También, porque  mi amiga Teresa, una buena maestra a la que hemos dedicado este y otros trabajos, no ha dejado de cantar (también en mi mente): «El mal de la ajada, que viene cansada de trabajar…»

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